lunes, 28 de diciembre de 2009
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La escena se dio en un cuarto oscuro, una lámpara en el
olvido de la esquina más lejana de donde los personajes se encontraban dejaba
ver las facciones menos hermosas de los mismos. Allí se presentaron los
cuentos:
.. ..
Acto primero:
.. ..
‘Intrépidos, incrédulos, mediocres, basuras.
Y estoy cansada ya de ver las mismas caras volver una y otra
vez
Y que la que quiero que aparezca siga sin llegar.’ Y el otro
acotó -¿Cuándo dejarás de pretender?
‘¡Una bailarina, una bailarina! Tan solo eso y ya no más … -
Dije en medio de la agonía.
Y repetí, con toda mi mediocridad : ‘Danza, danza, fanciulla
gentile, al mio cantar.’- Tarareando la canción.
Y negué, cuatro veces.
.. ..
(Pero la mejor parte de todas sigue siendo el momento en el
cual se debe contestar.
Y no hay nadie que lo haga. Ahí es cuando ‘Deus ex machina’
surge y todo funciona a la perfección. Porque el silencio puede dialogar.)
'¿Qué pretendes? ¿El cielo? ¿Qué pretendes?'
‘Dejar de pretender … Porque ya no creo, pretendo creer y
ser fiel cuando me trago la sangre que me hacen perder y me canso de disimular
que no me gusta hacerlo.
No quiero nada, ya no quiero nada. No quiero nada’. -Repetía
incesantemente, atragantándome con las lágrimas y quemándome con las miradas
que no comprendían.-
‘No quiero nada, ya no quiero nada.’
‘El amor de mi vida me dice “He de morir de cosas así” y
jamás pudo ser tan humana como para errar … su pureza debe haberle impedido tal
accionar. Y yo cada noche deseo volver a
morir una y otra vez a su lado, y romper las mismas paredes y que los
mismos techos que a ella la aplastaron dejen de aplastarnos. ¿Se entiende? …’-Y
suspiré-
‘Somos muchos los que caímos, somos muchos los que nos
acomodamos y dejamos de creer.’ –Continué- ‘Y mejor que no nos encontremos. ¿Amor
en masa? No me vengan con cuentos de exitos, no me vengan a comprar. No hoy …’
‘Ya nadie da nada, pero la perfecta hermosura de la vida
sigue posándose con gracia y naturalidad frente a nuestras personas, obligándonos
a seguir por devoción a ella.
Hasta que te pones miope y elegís ver lo que te conviene.’
.. ..
Acto segundo:
(Su cabeza iba a otra velocidad, e hilaba.)
.. ..
‘Era más la miseria en la que se vivía que los tiempos de
éxito.’-Dije con indignación.
.. ..
(Y aun así sin importar el contexto, te tentaba a la
entrega. Un entusiasta presentador se desarrollaba en su profesión ofreciéndonos
el escuchar de la melodía más ocurrente y precisa.)
[…]
.. ..
‘Nosotros disfrutábamos, ¿por la orden o por la elección?
¿Cuánto vale cuestionar el orden de factores que no altere al producto?’-Tomando
valor el otro preguntó.
.. ..
‘Eso se verá’ –Contesté con un aire a futuro completamente
ilimitado e indefinido. Lanzando la característica
mirada de demolición agregué: -‘¿Cuánto me darías?’- Y otra vez en la
habitación volvía a inundar el aroma a negocio de rosas y espinas que harían
sangrar, y de heridas la piel llenar. –‘Esto me remontó a una observación de
una colega, que con mi pesar y sentimiento abrasador acario noche tras noche,
acerca de las heridas, cómo se abren y cómo todavía no se habló de sanar.-‘
.. ..
(Ahí fue cuando supimos que moriríamos
resplandecientes, claro que si,
bajo la luna que bañada en oro haría que cada estrella
sin respeto alguno
brillase más,
por mí.)
.. ..
D-
Y como escuché muchas noches pasadas, repetidamente:
Soledad.
.. ..
“Amanecer,
quizás, morir
un día más, de más, quizás
Y una ilusión, cantó el final
Y una traición me habló, bailó
Llueve al final de tu mirar,
un día más, de más, quizás
Y la soledad...de no concordar
Y mi respirar, que se apagará...
El cielo está, hoy más acá,
que la ilusión, quizás de más
Y hoy viene a mi, la vanidad
llueve al final de tu mirar...
Y la soledad... de no concordar
Y mi respirar, que se apagará
Nuestros sueños morirán...
Y en los barcos, y en los cielos,
nuestros sueños morirán”....
.. ..
A.T.
.. .
22/12/08
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Los pájaros.
Beto estaba tristecito. Él tomaba su te por la mañana mientras los pájaros cantaban insoportablemente, pero él ya estaba viejo de mentiras y la escopeta rajaba polvo. Que tristeza la maleza que posaba en su ventana, que ardor le daba el sopor. Tan pelotudo había sido, tan viejo era que ni las horas corrían para él. ‘Espejito rebotador, quien mentía era yo’ cantaba Beto de niño cuando murió.
martes, 22 de diciembre de 2009
Viaje viejo
viernes, 18 de diciembre de 2009
Noviembre, Diciembre 2009
No contesta y la ira se maximiza, se amplía y la sangre corre a velocidad de celos y paranoia, agonía. No me contesta, ¿qué hago yo para merecer? ¿Qué es lo que hago? ‘¿Cómo alguien puede tratarte mal?’ Me dijo mi amigo. Y ni siquiera me puedo atribuir una determinada función que origine en el otro una relación de uso, una relación con arreglo a fines; nadie puede utilizarme porque no hay nada que exprimir. No me contesta. Lo subjetivo se termina y le abre camino a la piedra objeto almendra.
Me dijo el tren que la gente siempre se va.
Viajando la considero y se me viene a la mente; no como antes que era un ir y venir entre ella y él, y casi lloraba cuando le contaba a mi amigo que sonreía casi igual por los dos al momento de recordarlos, y cuando viajo y pienso me convenzo de estar viviendo una transición hacia eso que algunos llaman ‘pagar’ por lo hecho. Se debe estar invirtiendo todo, pero de manera funcional, para así llegar más rápidamente a destino.
Me dijo el tren que la gente siempre se va.
La música de los engranajes en las fábricas que una vez vivieron se sigue escuchando en sus paredes, como la carne que grita su poder de destrucción, como el hombre que reconoce ser capitán de su dolor. Como todo lo suyo que me hace navegar hacia los fondos.
(Introducción, y luego situaciones cortas)
jueves, 17 de diciembre de 2009
Anexo de la escena final
La novia ideal
Ella solía charlar con su amiguita que con picotazos respondía; si sí, si no, nunca una duda, nunca un ‘tal vez’, nunca un ‘no se’.
(la mujer perfecta)
La madre
Hay noches en las que saco un colchón, el que está de más y es para los amigos, y lo tiro al piso y duermo en él. Porque mi cama, en esas veces, está cubierta, abarrotada de osas, cosas como recuerdos y roces que no me molestan pero al ir a dormir me abruman. También hay besos y besitos, manchas de fluidos, bocas rojas, babas y la boca dormida por sexo oral after coca. Risas y lágrimas a montones, para batallón, guitarras, maullidos de gatitos bebes y de grandes también. Serpentina y piñata, adoquines y tanguitos y muchisisimas poesías, cuentos y novelas, de hace poco, de hace mucho, todo de la nena que fui. Todo eso ahí, apilado. Y mi madre se enoja, me pisa la cabeza al verme recostada ahí en el piso. Es que ella no es como yo; ella no ve el pasado ni los recuerdos que este deja. Ella vive el pasado.
Pizarra almendra
Estaba pensando en los viajes y dije ‘¿qué?’; ‘¿por qué? Si siempre he de volver y [ -Oh ella, siempre conmigo, con sus tetas aplastadas contra mis espalda y su cabello pinchando mi nuca, ella que lloraba y peinaba sus muñecas, que usaba polleras y de la playa disfrutaba. Ella, la torta. Me encantaría saber que al volver del viaje ella estaría aquí esperándome, para que pueda yo luego escucharla hablar, fumar un par de cigarros, coger, y volver a fumar. Pero ella es tan hija de re mil puta que se esconde cada vez que la busco, se corre cada vez que la toco y se queda callada cada vez que la miro. Y llora, mi hermosa puta. Llora y dice que me ama. Entonces ¿por qué no la veo? Dice que necesita ser amada, que los pájaros vuelen, que la palabra nunca calle y que sus juguetes paren de aullar su nombre. ¿Y yo para qué? La amo pero ella muere –] encontrarme sola.
Preocupaciones de la mujer de la vida cotidiana
Matutino
‘No hay razón por la cual temer, nena nunca voy a ser un superhombre, nene nunca voy a ser Cortazar’, decía el hombre enredado en sus trajes haraposos y colgantes. Parecía vestirse de alfombras y por eso los gatitos a su lado pretendían afilar sus uñas en él, y él los detestaba. ‘Me ensucian’ decía.
Él fue uno de los tantos hombres que veía a diario camino al trabajo. Recuerdo también al que le chorreaban alas cada día de lluvia. Me había contado Teodoro, quien fue mi supervisor, que su novia era lo más parecido a un gorrión que jamás haya visto. Claro, gracias a su imaginación ya que sabemos que los gorriones no existen.
Este tipo figuraba padecer de su don, ya que somos muchos los que aun hoy soñamos con volar, bajito y cortas distancias. Héctor solía decirme que en la esquina de su casa era de esperarse que cayeran plumas de agua, se ve que el hombre de las alas de lluvia vivía cerca. Jamás nos invitó a beber ni un exprimido de nube. Es que en el barrio jamás nos hemos caracterizado por la cordialidad, siempre fuimos autónomos de lo protocolar. Ni nos mirábamos, a menos que compartiéramos la misma baldosa, y de ser así nos observaríamos sin que lo notásemos.
Yo solía verme arropado en un rincón, todo haraposo, con flores marchitas sobre los párpados, y mis manos en la cintura, hasta que pasara alguien, alguno de esos personajecitos que hiciera de pétalos espadas y espejos rojos, digo, hasta que, digo, hasta que hiciera que mis ojos vieran más allá de mis pétalos. Eso digo.
Molestias
De los nervios me comienza a temblar el dedo índice de la mano izquierda y se me escapa un tipeo doble, el ojo, izquierdo también, se me desvía como si él quisiera guiar mi mirada en busca de la calma, y mi pulso se vuelve casi normal, evadiendo el soplo y la arritmia. Se contrarrestan los sentidos, y se confunden las sensaciones.
Suelo sufrir una especie de convulsión interna que hace que mi nariz sangre, al igual que mis poros. Mi cara se baña en sangre y mi ojo se resiste a parpadear y cerrarse. Pareciera que disfruta llenarse de sangre también.
Si se quiere, hasta podría decirse que tiene poder sobre mí, hay veces que debo tener serias charlas con él para que por fin me deje mirar en la dirección que deseo. Para caminar también me molesta ...
Mi ojo izquierdo es más terco que yo, y eso me aterra.
Aún así nunca pensé en ir a un especialista para solucionar nuestras diferencias. No soportaría la idea de saber que podrían llegar a querer sacármelo, ¿qué seria yo sin mi ojo izquierdo?
Cuando está aburrido, como todo niño, se pone fastidioso y empieza a inventarse juegos en los que él es el único que puede participar. Nunca me invita a jugar. Creo que solo lo hace para molestarme, aunque no creo ... Yo también hice esas cosas de pequeña, solía inventarme juegos y no dejar que nadie mas sea parte de ellos, pero, a veces creo que el objetivo de sus juegos es perturbarme y arremolinarme el pensamiento confundiendo mis acciones con alucinaciones o tal vez, falta de movimiento.
En este mismo momento me obliga a desviar la mirada y prohibirme que continúe con el relato de su existencia, pero creo que es tan solo un juego más. No creo que mi ojo tenga maldad, aunque tiene actitudes que todavía no me convencen. Hay noches en las que el sueño no me viene a buscar y él tampoco hace lo posible por atraerlo. Pero creo que es porque somos diferentes, y es por eso que no es para nada raro verme en mi cama desplazándome de un extremo al otro murmurando palabras que no comprenderías.
Es que, como parte de uno de sus juegos, ha decidido inventarse un idioma, el cual me enseñó, pero no me brindo la información necesaria como para entender todo lo que él desea expresar. No enseñarme todo acerca de ese idioma tal vez sea un juego más, o el reflejo de la dificultad que para él representa expresarse. No estoy segura, pero al menos me ha dejado ser parte de uno de sus juegos. Y aunque todavía dudo de muchas de sus decisiones, creo que en el fondo es un incomprendido más, y que lo único que puedo hacer por él es consolarlo y brindarle afecto desde mi lugar en su mundo. Creo que jamás llegaré a abrazarlo ni menos besarlo, ya que parece estar cómodo ahí donde nació y jamás lo escuche quejarse acerca de su hogar. Creo que, mas allá de todo, se siente bien, y lo respeto tal cual es. Con sus llantos, con sus juegos, sus risas, hasta con su espíritu manipulador.
Pero en realidad, nada de esto me preocupa. Ni llenarme de sangre y luego sentir como se seca en mi cuerpo para luego raspar un poco y que se salga, ni el mal comportamiento de mi dedo índice, ni la relación extraña que tengo con mi ojo izquierdo.
Lo que en realidad me perturba es esa sensación que tengo dentro de mi boca cada vez que me agarra este estado de confusión y nerviosismo de alto voltaje.
Ese sentimiento de tristeza y agonía que me produce sentir que mis dientes aumentan su tamaño y se ponen en campaña para huir de mi ... Como si yo pudiera vivir sin ellos, como si pudiera soportar terrible perdida ... ¿Acaso no se dan cuenta que lo son todo para mi ? ¿Tan enorme es su orgullo que no comprenden la dependencia que han creado en mí?
Tarde o temprano se que la molestia que me generan me superará y terminaran logrando que yo me encargue de la situación, tome mi pinza y los libere... Pff, sufriré tanto, tanto sufriré.
Tanto.
Tanto.
7 de Febrero de 2008.
viernes, 4 de diciembre de 2009
es verdad.
Pero disfruto igual.
Del flaco que te mira corte hambruna, con ojos de sal y te tira palabras. Y te hace preguntas que sabe generarán baba dentro de las venas. Si sabrá él … ¡si sabré yo! (de él y de los suyos). En el patio enorme me pellizca el culo y me dice ‘muñeca’, y me sonríe, reitero, me pellizca pícaramente, con esa mirada de pimienta con almendra, y demonio por dentro. El árbol en el medio, con un cactus también, el patio en el que no hay pájaros ni sol ni viento. La gente se sienta en los bancos de cemento y son sabios. Lo son. Me pellizca, y está todo regio, porque todos lo ven y sonríen también. Con esos ojos y esa mirada. Y las sonrisas caen de cielo con ojos y palabras mmmm saladas cargadas de teorías sociológicas de primera, de segunda, pasá a primera, punto muerto. Acelerá, con ojos y miradas y palabras y él y mis carteles luminosos. El combustible. En la carretera del patio donde no hay cielo, aunque de arriba cae lluvia de esponja y oleos rojos que me pintan la cara, y sonrío y me tiño los dientes de blanco nube. Y allá arriba brilla ella, allá. Pero en el patio ese pasa todo, no allá. Acá.
‘Muñeca’ me dice, y sonríe, y le sonrío otra vez. Jaja, muñeca, si lo seré.
sábado, 28 de noviembre de 2009
ataque de sueños.
mientras metía mi mano izquierda en mi izquierdo bolsillo del pantalón observaba a uno de los pibes, el que más cerca tenia y con el que más contacto había tenido. 'vos sos ...paty?' le pregunto, 'uy si, nos conocemos de la primaria!' dice él -efectivamente, esa era la respuesta que yo me esperaba.
'cómo estás? tanto tiempo!' simpáticamente le pregunto, mientras sigo sacando la plata del bolsillo; 'no mentira', me dice, cambiando su cara de emoción y reencuentro a la de un pibe bien forri.
cuando les doy el dinero (muchos billetes de 2 pesos que en total habrán sumado 20 pé; ese cambio me lo habían dado en un supermercado anteriormente, porque fui a comprar no recuerdo qué) en mi otra mano yo tenia un billete de 50 y otro de 10. Ellos ni lo notaron;
salgo de esos callejones, por una puerta antigua, y al salir me cruzo con una hermosa mujer de unos 38 años aproximadamente, la miro, pero ella iba lento, ocupada en su disfrute
y yo nerviosa, por lo que había pasado.
caminamos una cuadra, ella delante mío, yo detrás.
hasta que al llegar a la esquina me detengo a preguntarle 'Av Santa Fe es para allá?', señalando en dirección contraria a la que estábamos caminando.
'Si, vamos' me contesta.
Y en el trayecto íbamos hablando, no recuerdo muy bien sobre qué, pero si recuerdo que su manera de hablar era diferente, y le pregunté de dónde era,
a lo que ella respondó 'Greenland' pronunciándolo 'Grainland'. Y yo repetí 'Greenland, no se dice así?'
'No, no. En un principio se lo pronunció 'Grainland' pero luego vinieron los americanos y comenzaron a pronunciarlo como 'Greenland'
'Ahh, no sabía' dije, estúpidamente.
Le suena el celular, paramos, mientras ella hablaba yo miraba a mi alrededor, conocía todo, conocía cada rostro. Pasó el hermano y primo de una amiga, salían del mismo conjunto de callejones de donde había salido yo. Me llamó la atención.
Al terminar su conversación, mi acompañante, que no me detuve a preguntarle jamás el nombre, me invita a seguir caminando. A mitad de cuadra para, en un bar, en una mesa con tres personas. Uno hombre hermoso, entrado ya en edad hacía bastante tiempo, y otra mujer, que ni recuerdo. Ella, quien caminaba junto a mi, se sienta, me dice ‘no, bueno, hoy no salgo, me quedo acá’. ‘Bueno’ – le digo, acercándome para darle un beso-.
Seguí caminando hacia donde iba. Y estaba oscuro, oscurísimo. Seguía siendo de noche.
martes, 24 de noviembre de 2009
Hombre
‘Y no te diré mi nombre.’ Yo recé; pero hombre que en el aire lo ve: sabrá. Desde un principio su plan fue efectivo, digo, el de conquistarme, aunque haya querido yo no aceptarlo. Ah, que viejo y comprometido era, ah, que común y chamuyero es. Oh que delicia. ¡Qué delicia seremos!
Y tenemos la música:
‘subite a mi ilusión super-sport,’
viernes, 20 de noviembre de 2009
somos, empezamos el fuego.
E iba en el bondi y me resbalaba porque la tela del pantalón te hace resbalar, viajaba en el fondo al lado de un flaco con un dvd de deep purple en su mano mientras escuchaba música y movía su brillante pelada al ritmo de su música; a mi otro costado un viejo bien aromatizado, uno de esos señores que se hacen los casuales y usan campera de jean y de vez en cuando se hacen los que marcan el ritmo de alguna canción disco que escuchan en su cabeza con el piecito, y usan zapatillas deportivas; de esos que te miran de reojo para ver que onda, que clase de piba sos, si lo seguís o si seguís metida en tu apunte de ideología alemana, althusser y te seguís resbalando. Seguro el chabón iba a hacer un trámite.
Después me bajo, compro cigarros, no, no compro porque ya tenia. No paro en el kiosko, cruzo la avenida, camino, me meto en la facu e iba re lento, como flotando. Subí, me acerqué al aula donde debían estar los pibes y no los vi, me fui a fumar a la ventana; había dos chicas hablando y comiendo y tomando jugo de algo naranja, y yo ahí, al lado, fumando. La ventana es grande, y miraba a los nenes en el patio. Y apareció una abuela con su nieta, rubia y chiquitita, dos años más o menos. Me senté, le di un toque de bola a althuesser (que dicho sea de paso escribe igual de mal que yo, gracias gil) y vi un compañero, me paré y me puse a hablar con él. Sonrío demasiado cuando hablo con él, siento que me entiende más de esa manera, y le hablo lento y claro, porque por ahí no me entiende. Porque siempre hablo rápido y correcto pero a la vez muy de acá, soy cerrada con los términos. Pero con él soy correcta. Apareció otro compañero y me quedé sola con él hasta que luego visualicé a mi amigo Marco, y después a otra amiga. La clase. Amo a ese flaco, y planeo abrazarlo en algún momento y chuparle esos ojos verdes y chiquitos que tiene. Casi me duermo, porque me levanté temprano, pero mi compañero me tocó la cabeza y la espalda y reaccioné. Todo sea por mi hermoso Jorge Houses.
Al finalizar la clase nos fuimos al patio, bocha de tiempo, y hablamos bocha y nos reímos mucho más, y Marco y Flor jugaron un tateti en mi pierna, hecho con tiza, porque mi pantalón resbala y también lo podés usar para escribir con tiza. También me manché el brazo con tiza y después Flor me lo limpió. Antes de que se vaya la abracé y le toqué el pelo, porque tiene poquito pelo y re finito, un rato antes nos había estado mostrando fotos de cuando era chica y el padre tenia pelo, y ella está igual a cuando tenia 4 años, incluso la misma estatura. Es chiquita. Tres de mis amigos se fueron y me quede con el otro pibe. Tomando birra. Muchas personas me pidieron fuego, inclusive él. Nos quedamos hablando, como todos los viernes, de giladas, pero de sexo, como siempre, como son siempre las charlas casuales conmigo. ‘Creo que necesito coger’ ‘Si’, le contesté. Hicimos tiempo porque ambos tenemos paja de volver a nuestras casas para hacer nada, aunque él haga algo. Y siempre me espera a que me fume la cantidad necesaria de cigarros para luego decirle que ya está, que nos podemos ir. Es hora.
Me vine para casa, a las 19.30 ya estaba acá. Y ya no sabía que hacer.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
cartas a él, tambien.
Desearía sacarle el sombrero y llevarlo a jugar, a su sobrero guardarlo debajo de la oscuridad; que entre sombras él me compre con historias: con historias de papá, que no haya temor en la noche y sean todas siempre en las que lo vea tambalear: hasta mi puerta y verlo callar.
Tu trajecito, corazón, que derroche mi ilusión."
sábado, 10 de octubre de 2009
a ustedes.
"¡La puta!. Estoy flaco, estirado y duro como roca. ¿Ves mis paredes? Ellas fueron blancas; hoy amarillas. ¿Ves mi rostro? Presionado por mis manos contra la duda, una vez más. Yo la había querido tener, a ella, pero estoy amarillo yo también. Terminó el carnaval, ella era mía, ella es. Pero yo, la había querido locamente junto a mí; hoy está tan cerca que no hay opción que divague entre seguir o matarla, es siempre verla muerta. O lejos, sin saber que está respirando."
Que cruel de parte de ustedes, mis compañeros, haberme de impuesto la ley que limita el sentimiento. Si has de amar a un solo ser será. Quieren rozar la perfección, ¡ilusos!. No han de saber lo que es percibir sin ver siquiera, sin creer en lo impuesto. Pero sabéis, a la perfección, como destruir un corazón que quiere triunfar y llegar a la gloria del sentir. El amor de a dos, pero yo.
Debo entonces restringir mis sonrisas a una sola persona, mis recuerdos, mi ternura a una sola existencia. La lastimosidad de mis manos no podrá rozar otra piel, porque ha de doler. ¡Y cómo duele!. Aunque no lo haya hecho.
Es el egoísmo que todos debemos compartir, vos para mi, yo para vos, y nadie más para nadie.
Y aunque no lo crean, no quiero verlo nunca más a él.
viernes, 9 de octubre de 2009
cartas a ella.
Sabrás entender mis retrasos, yo siempre entregando a tiempo, pero con la mano del ayer no nos hemos puesto de acuerdo en momentos, tratando, tal vez, de hacerte llegar relatos de realidades reales pero no. Y duelen, pero no.
El asfalto dejó de rasparme, los fantasmas de la noche también, aunque a decir verdad, debo confesar que una noche ya sucedida sentí una conversación con vos. Si bien mi acto solo se basó en una sonrisa deforme y la repetición de esa frase ‘yo no se si es baldosa o ayer, yo no se, yo no se’ y de tu parte ese caluroso vacío de la noche de viento … Fui feliz como lo fui en todas esas otras noches. Con vos.
¿Volverás? ¿Volveré?
Yo no se.
Por el momento: Ya te debés de haber enterado, que ya no estoy sola, en lo que a formalismos nos referimos, claro.
Debió de haber sido un puñal para vos. ¿Cuánto me amaste? – Y surgían las incredulidades, el miedo, la poca conformación de una estabilidad interna, como la cajita de la bailarina que mi madre rompió y luego reemplazo. Como tus muñecas que en paz descansen, ¿están ellas con vos? ¿Debo peinarlas sino?
Yo no se, ¿será el olvido tuyo? No lo hagas.
Y hasta me atrevo a apagar el ruido; por esta noche no temeré escuchar mi voz.
doble vida, ¿quién pudiera?
‘Ah, las rosas eran espinosas y perfumadas
Ahora no te pinchan pero tienen olor a nada.
Sálvese quien pueda, quien pueda que se salve’
Y si pudiera deciros acerca de la extensión del cauce interno,
No creerían al río,
Por ser real.
No sabrían de entender como yo hoy entiendo la locura suya. Él supo combinar palabras, mecanizarlas para la funcionalidad cuasi perfecta cuando su mente se había parado ya. Tuve que dejarlo ir, con su enfermedad y su amor a la muerte. A veces lo extraño. Y hoy. Hoy, estoy en el cauce, y no entenderán jamás. Será entonces que la vida se me paró delante con el cartel luminoso que lleva el lema cruel, para hacerme doler.
‘Y yo seguiré …’ La cuestión es hacia dónde.
Se que me está haciendo pagar por todo el mal que le hice, pero no quiero volver a matar a nadie.
jueves, 10 de septiembre de 2009
Por ella
Fue por ella que cada una de las garras se clavaron en hombros desgarrando por defensa; fue por ella por quien cada rocío nunca dejará de caer. Por ella, por quien muchos morimos con la esperanza de encontrarla; porque en vida lloramos y en muerte reímos.
Es por ella por quien me desangro, por ella, por quien los espectros susurran por no despertarla; es por ella por quien rezamos y aspiramos a la armonía suya.
Por ella, la bella dama de huesos de pájaros, llanto de niño y paso de mujer; por ella por quien imperios enteros caerían solo por verla a ella en un panorama único, en una escena; en esa escena sin actuar en la que, por ella, las butacas no estarían, por ella, por quien un publico silencioso aplaudiría y en ovación, por ella, su retorno aclamarían.
Es por ella, por quien los mares fluyen y los ríos siguen; es por la magia muerta de sus palabras cubiertas de polvo por quien se sopla al olvido. Es por ella que se llora en las noches, en la soledad suya, en memoria de su voz fantasma y su risa viva.
Es por ella por quien arden los cigarros y las manos frías buscan abrigo, por ella es por quien se acude al abrazo de la parca jugosa y las ratas mueren al oír su caída.
Es por ella que aun vivo.
la silla en el Cielo
Yo escribía cuentos, hasta que dejé de hacerlo.
Hablé de mis noches en Berlín, del amar a la dama, de extrañarlo a él, del deseo, del olvido, del amor, de odiar; del amor al odio, del alimento, de alimentarse del amor; de alimentarse del odio. De la primera mujer que amé y respeté y jamás olvidé, de su muerte, de ella: pero muerta, porque así es feliz. Hablé de su tumba. Tambien.
Del barrio de Pompeya, de la miseria, del horror, del dolor de ver miseria y horror; del llanto, del llanto de la vía, del tren y las barreras, hasta de escobas. De relajos, anciedades y vicios, de comunicación; de fluidos y flujos y calles frías. De calles empedradas, de sueños en los que no estás, de sueños de no soñar; de inhalar, de costumbres varias, de comidas y placeres. Y más placeres; del morbo deforme de la mente sana, de la salud suya y la enfermedad mía, de amarla y luego matarla. De matarla y luego amarla, de despreciarla, y desearla. A ella. La que me causa desprecio. De tocarla y matarla y amarla en exceso y dejarla. Muerta.
De cables, de programación, de conocimientos y formas de vida técnicas y mecanografiadas, de controles. De perfección, de estructuras, de cimientos, de resistencia, de guerras, combates, luchas. Cáncer y resurrección, de Dios, de Tierra y Sol. De hijos, de mi hijo. Hablé de mi hijo y sus juguetes, de su madre y su padre.
Del amor enfermo, de la salud. De la vida.
De la muerte, de vivir la muerte. De mi entierro, de enterrarme, de que me entierren, de enterrarlo, de querer no enterrarlo, de no querer que lo entierren. Hablé de su muerte: Y no quererla.
Vamos Miguel
Una tarde moderna le pregunté que había sido lo que siempre había querido y me dijo : ‘durante toda mi niñez quise tener un auto de esos a batería ... de adolescente siempre quise tener una "compu zarpada" y ahora siempre quiero tener una novia’
Él solo quiere amor, él solo se dispone y se automatiza a dar y recibir amor. ¿Pero cómo? ¿En qué cabeza cabe, en qué mundo? ¿En este mundo? ¡Miguel! Los niños juegan, los niños corren y lloran, los adultos sufren, mueren y no paran de morir por las mañanas y vos … ¡Vos! ¡Vos querés amor!
-Misión cumplida, querido enviado del espacio: Has logrado que una persona del Planeta Tierra te comprenda y sienta-
Te doy mi amor, dame la paz.
Vejez, del frío y el ayer
¿Por qué vine tan temprano? Porque no soy la única. Veinte minutos para seguir teniendo frío. Me siento un oso en la cocina de una viuda.
Sigo con el frío. Desearía cambiar mi voz para poder recitar todo esto – y recuerdo su voz-
El sueño no prestó a la confusión; no. Pero, creo que se lo que puede interpretar como una sucesión de un ciclo que est … (interrupción)
El ojo que mira mal siempre presente estará. Será entonces una metáfora de malestar siempre presente? Debe ser esto entonces tomado como un vinculo con el concepto siempre habido a razón de ser: futuro. (recalcando el valor de ‘siempre presente en eternidad’) Largas cadenas de similitud fisico-biologiva que pueden llegar a ser núcleos no reconocidos de revoluciones en la belleza, como también a nivel político. Por ejemplo, no olvidemos → sus ojos; la caída del Muro de Berlín. –Relato de Berlín*, recorriéndola sin incluso haberla lamido en integridad urbana y concreta. De concreto; cal y arena.
Que aburrimiento, yo siempre anticipada. Por la duda, el temor. A veces creo que cualquiera se acercaría a dialogar, y eso molestaría un poco. –Mensajes subliminales-
Escena: yo, ambiente rectangular, las sombras y sus pasos lo recorren y se acercan. Van y vienen. Bien. Grupos reducidos de personas – ya no usaremos ‘gente’ por el exceso de … (interrupción)
*Relato anterior, del policía y el amor. Debo de buscarlo y plasmarlo.
viernes, 10 de julio de 2009
la última escena.
Fumo y tuerzo un poco la cabeza.
Hay una verdad del guerrero que se niegan a creer; el mandato divino; ese es el que vivimos. A él le dicen que se aparte y así será, puedo hasta incluso trazar el camino por el cuál debo irme, con mis propias manos. Y si lo deseas, trazar tu propio sendero.
Reconozco haberla observado como quien observa a un maniquí, solo que este dormía y también despertaba. Creo entonces, haberla observado como cualquier hombre lo haría. Tan fría sobre la cama, sin pretender una caricia, sin siquiera emitir un sonido que sostuviera sentido y provocara interés en procurar callar, para solo escucharla. Tan mujer, recostada como cadáver en su lecho, tan insensible y despreciable. Y yo la esperaba.
Esperaba alguna señal. ¿Una señal? Ya no sabía ni que esperar.
Dos horas, y seguía muerta. Preferí entonces distraerme, alimentándome de deseos de perversión sobre su cuerpo helado y tembloroso, queriendo revivir su ido o no conocido placer, pero sentía las manos tan inútiles que sabia sería una ardua tarea con nulos resultados a corto plazo. Que asco me dio ella y cuánto la deseé.
Su anterior discurso había sido tan estúpido que hubiese sido lógico no querer volver a escucharla, pero mi mente tan horrible sabe que mi deseo es cocinado en parte por el asco y desprecio, hallando de esa manera unas incontrolables ansias de poseer a la persona, y someterla a mi deliciosa sentencia. Hay momentos en los que la desprecio tanto que la cogería por horas.
No es poco común, no lo es, lo se. Puedo refaccionar construcciones, pero siempre es mejor demoler para luego volver a construir. Y hubiese preferido demolerla a ella, aprovechándome de la futura reconstrucción.
Pero no puede seguir en pie en mi vida, ella seguía muerta.
Ocho horas, y seguía muerta.
miércoles, 10 de junio de 2009
letras-
¿Qué si ha sido difícil aceptarlos? Verás, el viento nos trae lo que vivimos y lo que decidimos morir. Tu voz perpetuada en cada nota de silencio, en cada silaba fantasma del fantasma de piedra de la niña que fue y murió en cadenas de humo.
Pantallas color roble, cedro. Deben de haber sido tu último hogar. Balbuceabas tal vez, acerca de una luz que hace enceguecer los sentidos de desaparecimiento fractal? Fue el amor que no fue el que tomó el primer paso a tu muerte.
Es culpa, bien la cargo, lo que siento en la existencia de tu ausencia, soy la representación de mi mismo dolor.
Y como quien no quiere la cosa, a veces te vivo sentada a los pies de mi cama como chimenea cubierta de nieve y anhelo la caricia jamás dada. Porque tu voz es la cripta al eco de tu vida, de tu fantasma.
Quien se atreviese, yo, irrumpiría a tu descansar para tan solo emitir sonidos ajenos a todo lo que hay que saber. Soledad es tener mucho que escribir y nada que lea. ¿Quién te leerá hoy si no yo?
Acaricio el metal más dulce y creo escarbar tu piel, no por la capacidad de conducir energía, sino, por esa misma mentira que acabo de decir.
¿Qué tan encerrada y perdida, desencajada y vacía te sentiste en esa prisión de la demencia? Rodeada de flores bellas y relampagueantes que creíste marchitaban malinterpretando tus frases …. El valor te deshizo ‘nosotros, que no merecemos vivir’.
Aceptar amarte es como ver el cadáver y amarlo. Si tan solo pudiera escucharte y verte mecanografiar como quien en verdad eras y no hoy un recuerdo que no olvido. Si fuera posible tenerte pasiva y expectante como yo ahora me encuentro por tu llegada, haría cuanta entrega o creación precisases. De la mano del niño, del anciano, del jardín o el remolino en la fuente de agua del mismo.
Si hay una imposibilidad real: es todo lo que planteo.
Cuando en realidad se que es más sano que evadir otra no-ficción que me plantee.
Sabrás entender, lo se, el amor del niño que lo cree eterno, inigualable, extraordinario y lo realiza y disfruta como al juego mas divertido; aquí el niño; aquí el juego.
Que tu sombra brille en la noche y tu dolor arda.
Mis ojos como dardos del lenguaje mudo, del ciego que cree solo en lo que ve. Somos dos y te amo.
Nota: necesito tus diarios y pinturas y palabras; y tu vida junto a la mía.
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Dijo que el hombre abriría sus brazos y daría la palabra. ¿Soy Jesús? Tan solo soy Jesús, después hablaba de los evangelios, pero el ya es Jesús.
-Acabamos de rozar las piedras, ahora tenemos fuego para encender los cigarros; Media Demon-
Ya debo vivir en esta esquina, ellos deben pensar que soy de Letras; Letras, de Letras. (Como Bond, James Bond).
Como se sabe hay gente que sabe, otros estamos siempre acá: sabiendo lo perdidos que estamos. Es que entonces buscamos.
¿Cómo te hace sentir saberlo? Se podría decir que hay olor a desinfectante; como dentista. Esto es bueno, muy bueno.
Con efedrina puedo respirar, que hermoso día para reventar.
-Estamos en trance y perforamos rostros, entramos en trance y perforamos rostros-
Voy a pensar en voz alta – y no decía nada-. Como su voz fantasma a la que le escribo cartas que siempre leerá.
Caras extrañas, ese hombre de los hábitos insanos me mira, me miró, como al placebo que no reconoce.
Las niñas hablan con propiedad, sobre lo que ya guardarán. No me interesa, otro hombre de avanzada edad me miró, como a la hoja que posteriormente pisó. Yo no se si es baldosa o ayer.
Veo al niño, combinando su vestir con la propaganda de la esquina en la que reposa; vejez, viejos: yo y los trapos. (ich und meine …)
Un perdido, para dónde vais? Maldito intrépido de las preguntas del saber vacío. Palabra muerta no querrás resucitar en humo frío del nuevo otoño que amenaza con el constante abandono. Busco la mirada del hombre que no pregunte sino hable con la diversidad sin ánimos de cuestionar. Ya nadie se interesa por la habitación a la que los fantasmas ( y cuando digo fantasmas me refiero a poca materialidad sensible del espíritu) duermen sin almohada, sin siquiera bajar persianas [“ellos convierten casas en hogares, donde los terremotos viven con alarmas para autos, no solo van de A a B sino que van y vienen, una y otra vez”. “no usan la palabra una vez tirada, podría romperse, no dicen que han amado por quien puede decir ‘nos mataron ayer’”] - entender al germano por lengua anglosajona podría llegar a resultar complicado-
La señora con la bolsa de compras me mira mal. Puede que tal vez yo no sea la hija que deseo y por eso no lo soy. Criaturas que asustan con sus ornamentos plásticos con variables tipos de atracción entre sus moléculas, también nos dicen que aprendamos. ¿A matar? Lo hago genial, y sin necesidad de plástico.
Será entonces que mi propio concepto de superficialidad ha mutado, o muta para-con los otros? Cuando creí compartir mismos códigos resultò ser que la estética superficial- valga la redundante redundancia- estaba en todos. Me lleva en viaje directo y sin escalas a pensar en estupidez por parte de quien habla. ¿Cómo te hace sentir saberlo? Mal, pero es algo estùpido. La naturaleza nos castiga al no dejarnos acceder por deseo propio, pero luego nos da todas las oportunidades para decir ‘no, gracias’, mientras dudamos de cuanto percibimos; no quiero ser terrible ni nefasta pero yo solo temo la muerte de mi padre.
-Huérfana hermana de la noche, si habrás sabido acerca de la risa del puerco en salsa de fiesta; como si nunca antes hubieses negado- Se debe tener en cuenta que todo anterior tratado fue contenido por almohadones de sopor y densidad en cuantas cantidades se precisasen. Ahora todo es diferente, como la ida, la caída.
Y nada vuelve,. Hay que parar un poco, y fumarse un cigarro.
Let’s celebrate now, all the flesh in our bones.
(Algùn dìa, antes de entrar a la facultad; por eso se aclara acerca de los almohadones, que en la esquina no hay.)
martes, 5 de mayo de 2009
parasitos
‘Aún tengo al sol para besar tu sommbra’
Mi mareo, una joven en la avenida peina el bello en sus piernas. Un hombre y un cigarro en el transporte público. Al menos tres velocidades a la vez, ¿tenes miedo?. Mucho. ¿Vas a dar algo a cambio? –y sonrío- No. Gracias. De nada.
A veces no hay necesidad, reitero claro, de contestar porque la respuesta subyace; el mareo atemoriza, es por eso que ya no digo más.
Tengo miedo y temo decirlo.
La nebulosa conjunción de conceptos y preconceptos bien se sabe hacen a la estructura y así la imposibilidad de la objetividad maestra, es por eso que ya casi no hablo. Porque … Eso.
Seguí soñando.
(otro dia)
Un gato fumando en pipa, una sotana en el perchero.
Ayer dentro de la carrocería donde las multitudes de diferentes hemisferios subdivididos se juntan pensaba en las decisiones concretas basándome en el poder que me he de otorgar. A mi rostro lo tapé con delicadeza, acariciándolo como si lo quisiera proteger de algo, como si el viento por la ventanilla estuviera acompañado de claveles hambrientos de lastimosidad, como si pudiera, tal vez, el clavel armar su ejército y así avasallar con estrategias madres a mi tan enorme y aniñado rostro. Pero ardía como si todo esto hubiera sucedido. Algunos fármacos, se supuso, podrían haber causado los mismos efectos que en mi superficie luego se encontraron. Fue por eso que las preguntas cayeron como nieve y el sol de verano derritió sin antes sentirse bienvenido.
No quiero vivir para ver esto, no quiero vivir ni la muerte de mi padre ni la de mi hijo.
No tengo ganas de poner fechas.
