lunes, 28 de diciembre de 2009
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La escena se dio en un cuarto oscuro, una lámpara en el
olvido de la esquina más lejana de donde los personajes se encontraban dejaba
ver las facciones menos hermosas de los mismos. Allí se presentaron los
cuentos:
.. ..
Acto primero:
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‘Intrépidos, incrédulos, mediocres, basuras.
Y estoy cansada ya de ver las mismas caras volver una y otra
vez
Y que la que quiero que aparezca siga sin llegar.’ Y el otro
acotó -¿Cuándo dejarás de pretender?
‘¡Una bailarina, una bailarina! Tan solo eso y ya no más … -
Dije en medio de la agonía.
Y repetí, con toda mi mediocridad : ‘Danza, danza, fanciulla
gentile, al mio cantar.’- Tarareando la canción.
Y negué, cuatro veces.
.. ..
(Pero la mejor parte de todas sigue siendo el momento en el
cual se debe contestar.
Y no hay nadie que lo haga. Ahí es cuando ‘Deus ex machina’
surge y todo funciona a la perfección. Porque el silencio puede dialogar.)
'¿Qué pretendes? ¿El cielo? ¿Qué pretendes?'
‘Dejar de pretender … Porque ya no creo, pretendo creer y
ser fiel cuando me trago la sangre que me hacen perder y me canso de disimular
que no me gusta hacerlo.
No quiero nada, ya no quiero nada. No quiero nada’. -Repetía
incesantemente, atragantándome con las lágrimas y quemándome con las miradas
que no comprendían.-
‘No quiero nada, ya no quiero nada.’
‘El amor de mi vida me dice “He de morir de cosas así” y
jamás pudo ser tan humana como para errar … su pureza debe haberle impedido tal
accionar. Y yo cada noche deseo volver a
morir una y otra vez a su lado, y romper las mismas paredes y que los
mismos techos que a ella la aplastaron dejen de aplastarnos. ¿Se entiende? …’-Y
suspiré-
‘Somos muchos los que caímos, somos muchos los que nos
acomodamos y dejamos de creer.’ –Continué- ‘Y mejor que no nos encontremos. ¿Amor
en masa? No me vengan con cuentos de exitos, no me vengan a comprar. No hoy …’
‘Ya nadie da nada, pero la perfecta hermosura de la vida
sigue posándose con gracia y naturalidad frente a nuestras personas, obligándonos
a seguir por devoción a ella.
Hasta que te pones miope y elegís ver lo que te conviene.’
.. ..
Acto segundo:
(Su cabeza iba a otra velocidad, e hilaba.)
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‘Era más la miseria en la que se vivía que los tiempos de
éxito.’-Dije con indignación.
.. ..
(Y aun así sin importar el contexto, te tentaba a la
entrega. Un entusiasta presentador se desarrollaba en su profesión ofreciéndonos
el escuchar de la melodía más ocurrente y precisa.)
[…]
.. ..
‘Nosotros disfrutábamos, ¿por la orden o por la elección?
¿Cuánto vale cuestionar el orden de factores que no altere al producto?’-Tomando
valor el otro preguntó.
.. ..
‘Eso se verá’ –Contesté con un aire a futuro completamente
ilimitado e indefinido. Lanzando la característica
mirada de demolición agregué: -‘¿Cuánto me darías?’- Y otra vez en la
habitación volvía a inundar el aroma a negocio de rosas y espinas que harían
sangrar, y de heridas la piel llenar. –‘Esto me remontó a una observación de
una colega, que con mi pesar y sentimiento abrasador acario noche tras noche,
acerca de las heridas, cómo se abren y cómo todavía no se habló de sanar.-‘
.. ..
(Ahí fue cuando supimos que moriríamos
resplandecientes, claro que si,
bajo la luna que bañada en oro haría que cada estrella
sin respeto alguno
brillase más,
por mí.)
.. ..
D-
Y como escuché muchas noches pasadas, repetidamente:
Soledad.
.. ..
“Amanecer,
quizás, morir
un día más, de más, quizás
Y una ilusión, cantó el final
Y una traición me habló, bailó
Llueve al final de tu mirar,
un día más, de más, quizás
Y la soledad...de no concordar
Y mi respirar, que se apagará...
El cielo está, hoy más acá,
que la ilusión, quizás de más
Y hoy viene a mi, la vanidad
llueve al final de tu mirar...
Y la soledad... de no concordar
Y mi respirar, que se apagará
Nuestros sueños morirán...
Y en los barcos, y en los cielos,
nuestros sueños morirán”....
.. ..
A.T.
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22/12/08
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Los pájaros.
Beto estaba tristecito. Él tomaba su te por la mañana mientras los pájaros cantaban insoportablemente, pero él ya estaba viejo de mentiras y la escopeta rajaba polvo. Que tristeza la maleza que posaba en su ventana, que ardor le daba el sopor. Tan pelotudo había sido, tan viejo era que ni las horas corrían para él. ‘Espejito rebotador, quien mentía era yo’ cantaba Beto de niño cuando murió.
martes, 22 de diciembre de 2009
Viaje viejo
viernes, 18 de diciembre de 2009
Noviembre, Diciembre 2009
No contesta y la ira se maximiza, se amplía y la sangre corre a velocidad de celos y paranoia, agonía. No me contesta, ¿qué hago yo para merecer? ¿Qué es lo que hago? ‘¿Cómo alguien puede tratarte mal?’ Me dijo mi amigo. Y ni siquiera me puedo atribuir una determinada función que origine en el otro una relación de uso, una relación con arreglo a fines; nadie puede utilizarme porque no hay nada que exprimir. No me contesta. Lo subjetivo se termina y le abre camino a la piedra objeto almendra.
Me dijo el tren que la gente siempre se va.
Viajando la considero y se me viene a la mente; no como antes que era un ir y venir entre ella y él, y casi lloraba cuando le contaba a mi amigo que sonreía casi igual por los dos al momento de recordarlos, y cuando viajo y pienso me convenzo de estar viviendo una transición hacia eso que algunos llaman ‘pagar’ por lo hecho. Se debe estar invirtiendo todo, pero de manera funcional, para así llegar más rápidamente a destino.
Me dijo el tren que la gente siempre se va.
La música de los engranajes en las fábricas que una vez vivieron se sigue escuchando en sus paredes, como la carne que grita su poder de destrucción, como el hombre que reconoce ser capitán de su dolor. Como todo lo suyo que me hace navegar hacia los fondos.
(Introducción, y luego situaciones cortas)
jueves, 17 de diciembre de 2009
Anexo de la escena final
La novia ideal
Ella solía charlar con su amiguita que con picotazos respondía; si sí, si no, nunca una duda, nunca un ‘tal vez’, nunca un ‘no se’.
(la mujer perfecta)
La madre
Hay noches en las que saco un colchón, el que está de más y es para los amigos, y lo tiro al piso y duermo en él. Porque mi cama, en esas veces, está cubierta, abarrotada de osas, cosas como recuerdos y roces que no me molestan pero al ir a dormir me abruman. También hay besos y besitos, manchas de fluidos, bocas rojas, babas y la boca dormida por sexo oral after coca. Risas y lágrimas a montones, para batallón, guitarras, maullidos de gatitos bebes y de grandes también. Serpentina y piñata, adoquines y tanguitos y muchisisimas poesías, cuentos y novelas, de hace poco, de hace mucho, todo de la nena que fui. Todo eso ahí, apilado. Y mi madre se enoja, me pisa la cabeza al verme recostada ahí en el piso. Es que ella no es como yo; ella no ve el pasado ni los recuerdos que este deja. Ella vive el pasado.
Pizarra almendra
Estaba pensando en los viajes y dije ‘¿qué?’; ‘¿por qué? Si siempre he de volver y [ -Oh ella, siempre conmigo, con sus tetas aplastadas contra mis espalda y su cabello pinchando mi nuca, ella que lloraba y peinaba sus muñecas, que usaba polleras y de la playa disfrutaba. Ella, la torta. Me encantaría saber que al volver del viaje ella estaría aquí esperándome, para que pueda yo luego escucharla hablar, fumar un par de cigarros, coger, y volver a fumar. Pero ella es tan hija de re mil puta que se esconde cada vez que la busco, se corre cada vez que la toco y se queda callada cada vez que la miro. Y llora, mi hermosa puta. Llora y dice que me ama. Entonces ¿por qué no la veo? Dice que necesita ser amada, que los pájaros vuelen, que la palabra nunca calle y que sus juguetes paren de aullar su nombre. ¿Y yo para qué? La amo pero ella muere –] encontrarme sola.
Preocupaciones de la mujer de la vida cotidiana
Matutino
‘No hay razón por la cual temer, nena nunca voy a ser un superhombre, nene nunca voy a ser Cortazar’, decía el hombre enredado en sus trajes haraposos y colgantes. Parecía vestirse de alfombras y por eso los gatitos a su lado pretendían afilar sus uñas en él, y él los detestaba. ‘Me ensucian’ decía.
Él fue uno de los tantos hombres que veía a diario camino al trabajo. Recuerdo también al que le chorreaban alas cada día de lluvia. Me había contado Teodoro, quien fue mi supervisor, que su novia era lo más parecido a un gorrión que jamás haya visto. Claro, gracias a su imaginación ya que sabemos que los gorriones no existen.
Este tipo figuraba padecer de su don, ya que somos muchos los que aun hoy soñamos con volar, bajito y cortas distancias. Héctor solía decirme que en la esquina de su casa era de esperarse que cayeran plumas de agua, se ve que el hombre de las alas de lluvia vivía cerca. Jamás nos invitó a beber ni un exprimido de nube. Es que en el barrio jamás nos hemos caracterizado por la cordialidad, siempre fuimos autónomos de lo protocolar. Ni nos mirábamos, a menos que compartiéramos la misma baldosa, y de ser así nos observaríamos sin que lo notásemos.
Yo solía verme arropado en un rincón, todo haraposo, con flores marchitas sobre los párpados, y mis manos en la cintura, hasta que pasara alguien, alguno de esos personajecitos que hiciera de pétalos espadas y espejos rojos, digo, hasta que, digo, hasta que hiciera que mis ojos vieran más allá de mis pétalos. Eso digo.
Molestias
De los nervios me comienza a temblar el dedo índice de la mano izquierda y se me escapa un tipeo doble, el ojo, izquierdo también, se me desvía como si él quisiera guiar mi mirada en busca de la calma, y mi pulso se vuelve casi normal, evadiendo el soplo y la arritmia. Se contrarrestan los sentidos, y se confunden las sensaciones.
Suelo sufrir una especie de convulsión interna que hace que mi nariz sangre, al igual que mis poros. Mi cara se baña en sangre y mi ojo se resiste a parpadear y cerrarse. Pareciera que disfruta llenarse de sangre también.
Si se quiere, hasta podría decirse que tiene poder sobre mí, hay veces que debo tener serias charlas con él para que por fin me deje mirar en la dirección que deseo. Para caminar también me molesta ...
Mi ojo izquierdo es más terco que yo, y eso me aterra.
Aún así nunca pensé en ir a un especialista para solucionar nuestras diferencias. No soportaría la idea de saber que podrían llegar a querer sacármelo, ¿qué seria yo sin mi ojo izquierdo?
Cuando está aburrido, como todo niño, se pone fastidioso y empieza a inventarse juegos en los que él es el único que puede participar. Nunca me invita a jugar. Creo que solo lo hace para molestarme, aunque no creo ... Yo también hice esas cosas de pequeña, solía inventarme juegos y no dejar que nadie mas sea parte de ellos, pero, a veces creo que el objetivo de sus juegos es perturbarme y arremolinarme el pensamiento confundiendo mis acciones con alucinaciones o tal vez, falta de movimiento.
En este mismo momento me obliga a desviar la mirada y prohibirme que continúe con el relato de su existencia, pero creo que es tan solo un juego más. No creo que mi ojo tenga maldad, aunque tiene actitudes que todavía no me convencen. Hay noches en las que el sueño no me viene a buscar y él tampoco hace lo posible por atraerlo. Pero creo que es porque somos diferentes, y es por eso que no es para nada raro verme en mi cama desplazándome de un extremo al otro murmurando palabras que no comprenderías.
Es que, como parte de uno de sus juegos, ha decidido inventarse un idioma, el cual me enseñó, pero no me brindo la información necesaria como para entender todo lo que él desea expresar. No enseñarme todo acerca de ese idioma tal vez sea un juego más, o el reflejo de la dificultad que para él representa expresarse. No estoy segura, pero al menos me ha dejado ser parte de uno de sus juegos. Y aunque todavía dudo de muchas de sus decisiones, creo que en el fondo es un incomprendido más, y que lo único que puedo hacer por él es consolarlo y brindarle afecto desde mi lugar en su mundo. Creo que jamás llegaré a abrazarlo ni menos besarlo, ya que parece estar cómodo ahí donde nació y jamás lo escuche quejarse acerca de su hogar. Creo que, mas allá de todo, se siente bien, y lo respeto tal cual es. Con sus llantos, con sus juegos, sus risas, hasta con su espíritu manipulador.
Pero en realidad, nada de esto me preocupa. Ni llenarme de sangre y luego sentir como se seca en mi cuerpo para luego raspar un poco y que se salga, ni el mal comportamiento de mi dedo índice, ni la relación extraña que tengo con mi ojo izquierdo.
Lo que en realidad me perturba es esa sensación que tengo dentro de mi boca cada vez que me agarra este estado de confusión y nerviosismo de alto voltaje.
Ese sentimiento de tristeza y agonía que me produce sentir que mis dientes aumentan su tamaño y se ponen en campaña para huir de mi ... Como si yo pudiera vivir sin ellos, como si pudiera soportar terrible perdida ... ¿Acaso no se dan cuenta que lo son todo para mi ? ¿Tan enorme es su orgullo que no comprenden la dependencia que han creado en mí?
Tarde o temprano se que la molestia que me generan me superará y terminaran logrando que yo me encargue de la situación, tome mi pinza y los libere... Pff, sufriré tanto, tanto sufriré.
Tanto.
Tanto.
7 de Febrero de 2008.
viernes, 4 de diciembre de 2009
es verdad.
Pero disfruto igual.
Del flaco que te mira corte hambruna, con ojos de sal y te tira palabras. Y te hace preguntas que sabe generarán baba dentro de las venas. Si sabrá él … ¡si sabré yo! (de él y de los suyos). En el patio enorme me pellizca el culo y me dice ‘muñeca’, y me sonríe, reitero, me pellizca pícaramente, con esa mirada de pimienta con almendra, y demonio por dentro. El árbol en el medio, con un cactus también, el patio en el que no hay pájaros ni sol ni viento. La gente se sienta en los bancos de cemento y son sabios. Lo son. Me pellizca, y está todo regio, porque todos lo ven y sonríen también. Con esos ojos y esa mirada. Y las sonrisas caen de cielo con ojos y palabras mmmm saladas cargadas de teorías sociológicas de primera, de segunda, pasá a primera, punto muerto. Acelerá, con ojos y miradas y palabras y él y mis carteles luminosos. El combustible. En la carretera del patio donde no hay cielo, aunque de arriba cae lluvia de esponja y oleos rojos que me pintan la cara, y sonrío y me tiño los dientes de blanco nube. Y allá arriba brilla ella, allá. Pero en el patio ese pasa todo, no allá. Acá.
‘Muñeca’ me dice, y sonríe, y le sonrío otra vez. Jaja, muñeca, si lo seré.
