miércoles, 17 de febrero de 2010

Manifiesto explicativo

Sin ánimos de ofender, dije todo esto que a continuación habré dicho. Me prometí nunca más decir nada, me juré, me moretoneé con palabras que jamás volvería a hacerlo. Porque duele más que la autoflagelación lloviznar palabras, ideas que, por mecanismos ya muy bien explicados por científicos del tema, se las cree suponer con una gran cuota de certeza al expulsarlas, causando entonces una esperable respuesta. Pero, he tenido el desagrado de experimentar lo contrario. ¿Qué sucede? ¿Para qué? – Ya ni me molesto en cuestionar una razón, un ‘por qué’, dado que ya le he encontrado respuesta-. Entonces, sumerjo todas mis sensaciones en un mismo lugar, para que luego se mezcle todo, me confunda y vuelva a caer en lo mismo. En que todo lo hago por … ¿por lo que siento?. Perdón. Todo se hace por …¿ Lo que se siente?. Y me digo, recostando mi cabeza sobre mi hombro: ‘Si’ –continuo- ‘así parece’. Luego.

¿Luego qué? Las palabras son vacío, pero, sabemos nosotros, es decir yo, que el silencio puede dialogar. Pero es el dialogo más doloroso. Me encuentro en la indagación, en busca de un saber in entendible. ¿Qué duele más, no hablar o no ser escuchado? Nos encontramos empatando campeón.

Es entonces el objeto y fin de este rejunte de angustia dejar en claro la inconformidad de ‘lo otro’, porque me encuentro en ego status.

Un colega supo decirme tiempo atrás que mi malestar estaba causado por no tener un ser real con el cual compartir, compartirme; fue asi que las lágrimas cayeron y cayeron y es de esta manera que tomo las decisiones. Al limite, en el borde. Una disyuntiva, una encrucijada que reside en algo bien claro que borroneo para volver a convencerme. Para retomar el camino hacia lo que merezco.

Me enorgullezco en decir que me encuentro en el fin de una batalla en la que ganan todos. Porque ‘el pueblo unido jamás será vencido’. El pueblo: la ignorancia, la estupidez; vencer: perseverar.

No puedo contra ustedes, no puedo contra mi. Yo también quiero llegar hasta el fondo y lamerlo todo.

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