sábado, 28 de noviembre de 2009

ataque de sueños.

soñé que iba por unos callejones internos de una colectiva, cuando venían dos pibes a robarme. les dije que no me hicieran nada, que si querían plata les daba. Accedieron;
mientras metía mi mano izquierda en mi izquierdo bolsillo del pantalón observaba a uno de los pibes, el que más cerca tenia y con el que más contacto había tenido. 'vos sos ...paty?' le pregunto, 'uy si, nos conocemos de la primaria!' dice él -efectivamente, esa era la respuesta que yo me esperaba.
'cómo estás? tanto tiempo!' simpáticamente le pregunto, mientras sigo sacando la plata del bolsillo; 'no mentira', me dice, cambiando su cara de emoción y reencuentro a la de un pibe bien forri.
cuando les doy el dinero (muchos billetes de 2 pesos que en total habrán sumado 20 pé; ese cambio me lo habían dado en un supermercado anteriormente, porque fui a comprar no recuerdo qué) en mi otra mano yo tenia un billete de 50 y otro de 10. Ellos ni lo notaron;
salgo de esos callejones, por una puerta antigua, y al salir me cruzo con una hermosa mujer de unos 38 años aproximadamente, la miro, pero ella iba lento, ocupada en su disfrute
y yo nerviosa, por lo que había pasado.
caminamos una cuadra, ella delante mío, yo detrás.
hasta que al llegar a la esquina me detengo a preguntarle 'Av Santa Fe es para allá?', señalando en dirección contraria a la que estábamos caminando.
'Si, vamos' me contesta.
Y en el trayecto íbamos hablando, no recuerdo muy bien sobre qué, pero si recuerdo que su manera de hablar era diferente, y le pregunté de dónde era,
a lo que ella respondó 'Greenland' pronunciándolo 'Grainland'. Y yo repetí 'Greenland, no se dice así?'
'No, no. En un principio se lo pronunció 'Grainland' pero luego vinieron los americanos y comenzaron a pronunciarlo como 'Greenland'
'Ahh, no sabía' dije, estúpidamente.
Le suena el celular, paramos, mientras ella hablaba yo miraba a mi alrededor, conocía todo, conocía cada rostro. Pasó el hermano y primo de una amiga, salían del mismo conjunto de callejones de donde había salido yo. Me llamó la atención.
Al terminar su conversación, mi acompañante, que no me detuve a preguntarle jamás el nombre, me invita a seguir caminando. A mitad de cuadra para, en un bar, en una mesa con tres personas. Uno hombre hermoso, entrado ya en edad hacía bastante tiempo, y otra mujer, que ni recuerdo. Ella, quien caminaba junto a mi, se sienta, me dice ‘no, bueno, hoy no salgo, me quedo acá’. ‘Bueno’ – le digo, acercándome para darle un beso-.
Seguí caminando hacia donde iba. Y estaba oscuro, oscurísimo. Seguía siendo de noche.

martes, 24 de noviembre de 2009

Hombre

Con mi nombre.

‘Y no te diré mi nombre.’ Yo recé; pero hombre que en el aire lo ve: sabrá. Desde un principio su plan fue efectivo, digo, el de conquistarme, aunque haya querido yo no aceptarlo. Ah, que viejo y comprometido era, ah, que común y chamuyero es. Oh que delicia. ¡Qué delicia seremos!
Y tenemos la música:


‘subite a mi ilusión super-sport,’

viernes, 20 de noviembre de 2009

somos, empezamos el fuego.

Dale, ahí vamos.
E iba en el bondi y me resbalaba porque la tela del pantalón te hace resbalar, viajaba en el fondo al lado de un flaco con un dvd de deep purple en su mano mientras escuchaba música y movía su brillante pelada al ritmo de su música; a mi otro costado un viejo bien aromatizado, uno de esos señores que se hacen los casuales y usan campera de jean y de vez en cuando se hacen los que marcan el ritmo de alguna canción disco que escuchan en su cabeza con el piecito, y usan zapatillas deportivas; de esos que te miran de reojo para ver que onda, que clase de piba sos, si lo seguís o si seguís metida en tu apunte de ideología alemana, althusser y te seguís resbalando. Seguro el chabón iba a hacer un trámite.
Después me bajo, compro cigarros, no, no compro porque ya tenia. No paro en el kiosko, cruzo la avenida, camino, me meto en la facu e iba re lento, como flotando. Subí, me acerqué al aula donde debían estar los pibes y no los vi, me fui a fumar a la ventana; había dos chicas hablando y comiendo y tomando jugo de algo naranja, y yo ahí, al lado, fumando. La ventana es grande, y miraba a los nenes en el patio. Y apareció una abuela con su nieta, rubia y chiquitita, dos años más o menos. Me senté, le di un toque de bola a althuesser (que dicho sea de paso escribe igual de mal que yo, gracias gil) y vi un compañero, me paré y me puse a hablar con él. Sonrío demasiado cuando hablo con él, siento que me entiende más de esa manera, y le hablo lento y claro, porque por ahí no me entiende. Porque siempre hablo rápido y correcto pero a la vez muy de acá, soy cerrada con los términos. Pero con él soy correcta. Apareció otro compañero y me quedé sola con él hasta que luego visualicé a mi amigo Marco, y después a otra amiga. La clase. Amo a ese flaco, y planeo abrazarlo en algún momento y chuparle esos ojos verdes y chiquitos que tiene. Casi me duermo, porque me levanté temprano, pero mi compañero me tocó la cabeza y la espalda y reaccioné. Todo sea por mi hermoso Jorge Houses.
Al finalizar la clase nos fuimos al patio, bocha de tiempo, y hablamos bocha y nos reímos mucho más, y Marco y Flor jugaron un tateti en mi pierna, hecho con tiza, porque mi pantalón resbala y también lo podés usar para escribir con tiza. También me manché el brazo con tiza y después Flor me lo limpió. Antes de que se vaya la abracé y le toqué el pelo, porque tiene poquito pelo y re finito, un rato antes nos había estado mostrando fotos de cuando era chica y el padre tenia pelo, y ella está igual a cuando tenia 4 años, incluso la misma estatura. Es chiquita. Tres de mis amigos se fueron y me quede con el otro pibe. Tomando birra. Muchas personas me pidieron fuego, inclusive él. Nos quedamos hablando, como todos los viernes, de giladas, pero de sexo, como siempre, como son siempre las charlas casuales conmigo. ‘Creo que necesito coger’ ‘Si’, le contesté. Hicimos tiempo porque ambos tenemos paja de volver a nuestras casas para hacer nada, aunque él haga algo. Y siempre me espera a que me fume la cantidad necesaria de cigarros para luego decirle que ya está, que nos podemos ir. Es hora.
Me vine para casa, a las 19.30 ya estaba acá. Y ya no sabía que hacer.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

cartas a él, tambien.

"Se acerca a mi, el hombre de traje, a mi, me pispea, roza suave y se va. Sabe, dueña habrá de aullar. Por las noches él sale a pasear por dentro suyo su luna es mía también. Pero nadie sabe ni sabrá. El adoquín adorna nuestro imposible hogar, y lo veo venir escoltado por el farol hasta casa y mi puerta golpear. Lo dejaría entrar, pero saben las flores, allá afuera que murmullo y murmullo más que barullo será. –Y ninguno de los dos quiere errar con bochinche de fondo-.
Desearía sacarle el sombrero y llevarlo a jugar, a su sobrero guardarlo debajo de la oscuridad; que entre sombras él me compre con historias: con historias de papá, que no haya temor en la noche y sean todas siempre en las que lo vea tambalear: hasta mi puerta y verlo callar.
Tu trajecito, corazón, que derroche mi ilusión."